El sector transportador es uno de los pilares de la economía colombiana. La generación de empleo, el movimiento de carga, los vehículos, la infraestructura y los transportistas, son algunos de los motores de esta gran esfera. Cada movimiento de una rueda tiene una repercusión económica y por esta razón, las aseguradoras juegan un papel fundamental dentro del ciclo económico de los transportadores.
La seguridad con que se cuente para el buen desarrollo del transporte de carga es muy importante, y se ha visto en el 2016 que este componente ha afectado de una manera directa al medio. La quema de vehículos se ha visto incrementada por acciones violentas de grupos subversivos. De acuerdo a Luis Orlando Ramírez, Director Ejecutivo Nacional de la Asociación de Transportadores de Carga, ATC, “las protestas de grupos armados, como el ELN, han terminado en tragedias para nuestro medio. Hemos tenido una proliferación enorme en los últimos dos años en daños a vehículos, lo que afecta sensiblemente el patrimonio de los transportadores”.
El pasado mes de abril fueron quemados ocho vehículos en la carretera entre Quibdó y Pereira, en el corregimiento de Playa de Oro, municipio de San José de Tadó, Chocó, una muestra de la grave situación en términos de seguridad que se afronta. Los atracos por delincuencia común han sido reiterativos, especialmente en los reductores de velocidad, una problemática que Carga Pesada había dejado consignada desde el 2015.
La carga en muchos casos se ve comprometida, procedimientos como la llamada “cesárea”, saqueo de la mercancía mediante el corte de carpas, y robos a las entradas de las ciudades principales, son los que más se repiten.
Los hurtos en los estribos de los camiones son cada vez más comunes. Los delincuentes roban los celulares, el efectivo y las pertenencias de los conductores, afectando así su integridad. Estas situaciones han puesto en riesgo la vida de los transportadores. En los últimos meses han asesinado dos conductores, uno en tránsito hacia la Costa Atlántica y el otro, en la vía a Buenaventura. El peligro es inminente y aquí se potencializa la importancia de las aseguradoras.
Basados en cifras de la Federación de Aseguradores Colombianos, Fasecolda, la siniestralidad en el sector transportador en el año 2015 fue de 39%, ocho puntos arriba comparado con el 2014.
En total, en el 2016, las aseguradoras tuvieron que pagar un monto de indemnizaciones en el sector de transporte de 101 mil 225 millones de pesos en siniestros; el año cerró con un índice de 41%, 14 mil riesgos fueron asegurados a diciembre del 2015, generando así un crecimiento del 7.5% de primas emitidas en el ramo de transporte. En agosto de 2015 fueron emitidas 180.144 primas. En este 2016 son pocas las estadísticas que se pueden reunir, sin embargo gracias a datos compartidos por Previsora Seguros, el índice de siniestralidad en febrero fue del 36%. De acuerdo a Fasecolda, los siniestros más frecuentes, cubiertos por el seguro de transporte, suelen ser los relacionados con hurto para las cadenas productivas de alimentos y textiles.
Complejizando el panorama, las pólizas excluyen daños o pérdidas causados por actos de guerra o por artefactos de guerra abandonados; igualmente pérdidas que sean consecuencia de huelgas o actos mal intencionados, problemáticas que hemos anunciado con anterioridad.
Respecto a las cifras entregadas por Fasecolda en los distintos ramos de seguros, es notorio que la representación del segmento transportador es de los más bajos en la emisión de primas, algo que resalta al comparar la siniestralidad durante el 2015. A pesar de esto, contrastando rendimientos, hubo un incremento en cifras respecto al 2014. Al igual, cabe resaltar la participación del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito, SOAT, en esta área ya que los vehículos de carga participan también en este ramo, sin embargo este tipo de seguros no cubren todas las necesidades que actualmente tiene el sector.
Las pólizas
Son múltiples los riesgos que afronta el ramo y evidentemente el riesgo económico más importante tiene que ver con la pérdida de su patrimonio. A pesar de esto hay más problemáticas: pérdidas o daños que sufran las mercancías, gastos generados con el propósito de cuidar el buen estado de la carga, o, pérdidas de mercancía y sobrecostos en los que se debe incurrir con el propósito de cuidar el buen estado de las mismas, son algunos de ellos.
Actualmente en el mercado existen dos pólizas que pueden ser adquiridas. La póliza automática, es contratada por empresas que anualmente realizan una gran cantidad de despachos. Con este servicio los propietarios de la mercancía realizan declaraciones mensuales, en las que señalan las cantidades despachadas, los trayectos y los medios de transporte utilizados. Adicional a esta, se encuentra la póliza específica, contratada por empresas que realizan despachos esporádicos. En este caso, el servicio se toma en cada envío.
Toda póliza de seguros es particular y por tanto sus coberturas pueden variar dependiendo de las necesidades. La más utilizada es la Todo Riesgo, una póliza que cubre cualquier evento que genere una pérdida, salvo las exclusiones que de manera específica se incluyan en ella. Otra muy común dentro del segmento es la de Riesgos Nombrados, en la cual, se señalan en forma clara tanto eventos amparados, como los eventos excluidos. Dentro de los amparados se encuentran los incendios, explosiones causados por problemas internos del vehículo, actos causados por la naturaleza, varada, embarrancada, hundimiento, vuelco del vehículo transportador, choques y descargas forzosas.
De acuerdo al código de comercio, para cualquier tipo de calamidad se da un plazo perentorio de 30 días después de haber culminado la recopilación de todos los requisitos para la evaluación y liquidación del siniestro. Es muy importante para los transportadores que después de ocurrida la pérdida o daño de los bienes asegurados, realicen la denuncia correspondiente ante la policía, ya que sin este documento no podrán realizar la reclamación.
La denuncia en muchos de los casos termina siendo determinante a la hora de realizar un balance de seguridad en carretera y en el proceso de indemnizaciones. Según Ramírez “muchos de los delitos no alcanzan a ser denunciados. Una gran cantidad de ellos suceden a altas horas de la madrugada en sitios distantes donde no hay autoridad que reciba la denuncia respectiva. Además, en algunas ocasiones los montos de los robos no son representativos y la autoridad competente no recibe las denuncias. Otra razón de este problema tiene que ver con las alertas producidas en un robo. El conductor al ir en su tractomula y sufrir un atraco corre muchos riesgos y encontrar un sitio dónde denunciar, puede poner en peligro la carga”.
Es de suma relevancia que la seguridad en las carreteras de nuestro país sea atendida con la necesidad que se merece. Los transportadores, a pesar de contar con seguros que respalden ciertas calamidades, son vulnerables y terminan siendo los más afectados. Las aseguradoras han venido haciendo su trabajo pero el proceso tiene que venir acompañado por un trabajo serio en el que se protejan los intereses de aquellos que ponen en riesgo sus vidas. En Carga Pesada continuaremos con el seguimiento del estado de la seguridad en las rutas nacionales, brindando compañía y respaldo a nuestro sector.