La tendencia alcista del dólar ha comenzado a preocupar a los transportadores de carga y su logística por la incidencia negativa que tendrá sobre los costos operativos del sector y el programa de modernización del parque vehicular.
“El comportamiento del dólar le pega de manera negativa a los costos operativos del transporte de carga y su logística porque sus efectos se trasladan a insumos como llantas, lubricantes y repuestos, que son importados en su gran mayoría, pero sobre todo impactará en el mediano plazo el costo de los combustibles, que tienen una incidencia del 35%”, indicó, el presidente Ejecutivo de Colfecar, Juan Miguel Durán Prieto.
Durán, explicó que a pesar de que el gobierno decidió mantener relativamente congelado el precio de los combustibles, en los próximos meses se verá el efecto negativo del alza en el dólar en el ACPM, debido a que la actual fórmula de fijación de precios de gasolina y diésel contempla, entre otros, el aumento en los indicadores internacionales de los refinados en el mercado de la Costa del Golfo (EE.UU.), que es el principal referente para Colombia, así como al ajuste en los valores del ingreso al productor del etanol que se utiliza en el biocombustible.
A la par con lo anterior, el dirigente gremial dijo que el alza del dólar también tendrá incidencia en el programa de reposición y modernización del parque automotor de carga por carretera pues los vehículos nuevos son importados.
Manifestó que esto complicará la situación para los pequeños transportadores, que son los directamente beneficiados con el programa anunciado recientemente por el gobierno, razón por la cual se hace más necesario que se dé vía a la propuesta de Colfecar para un plan de reposición escalonada.
“Así se contaría con una alternativa en donde las empresas de transporte puedan vender al propietario individual un vehículo usado de un modelo más reciente (entre 5 y 10 años) y ésta, a su vez, pueda adquirir un automotor nuevo” indicó el dirigente gremial.
En Colombia hay un número importante de vehículos de carga con más de 20 años que hacen parte del programa de reposición vehicular. Aunque no se tiene definido un tope de vida útil de estos automotores hay quienes se inclinan por que el mismo sea de 15 años, acorde a la media de los demás países de la región.
(Colfecar).