En agosto de 2019 BYD entregó a la empresa Metro 64 unidades eléctricas. Desde ese momento y a la fecha 22 cupos han sido puestos en operación.
Como si fuera un equipo del profe Juan Carlos Osorio, técnico de Atlético Nacional: en rotación constante, así ha sido dispuesta la operación de las 64 unidades eléctricas BYD que hacen parte de la segunda flota más grande de esta tipología tecnológica en Colombia. Desde la llegada de los autobuses, la operación ha sido escalonada. En principio, la Línea O, ubicada en la Calle 80, puso a circular 17 cupos, posteriormente, se aprobaron cinco más para las tradicionales Línea 1 y 2 en Medellín.
“Los 22 cupos que circulan, no significan 22 unidades, estos es la cuota que opera. Al interior van rotando los autobuses. Nosotros como marca entregamos los 64 equipos eléctricos en agosto de 2019, bajo las recomendaciones correspondientes de cuidados, especialmente con las baterías”, nos comenta Juan Felipe Velásquez, gerente comercial BYD región Antioquia.
El objetivo del operador, Metro de Medellín, es poner en circulación 41 autobuses en la Línea 2 el próximo año, las demás serán puestas a disposición como reserva en caso de alguna contingencia. Sin embargo, y de acuerdo a información entregada por Pedro Buitrago, jefe del área de buses Metro, entre agosto y septiembre de este año, se sumarían ocho más al corredor de la 80 (allí quedarían 25) y otros cinco completarían 10 en metroplús, mientras se llega al acople en 2021.
La preocupación de muchas personas en la capital de Antioquia, rondaba sobre el uso del total de la flota eléctrica. No obstante, Buitrago en una entrevista publicada por el diario El Colombiano, dejó claro que la totalidad de equipos está siendo utilizada bajo la modalidad de rotación, tema que es muy importante pensando en las baterías.
“El cuidado más importante con los equipos eléctricos es respecto al almacenamiento de las baterías, las cuales no pueden dejar de realizar un proceso de carga y descarga, ya que sufren un fuerte impacto. Nuestra recomendación es que no estén más de dos o tres meses sin realizar el ciclo adecuado, que es bajar a un 30% su capacidad y subir al 70%, manteniendo dicho nivel”, agrega Velásquez.
Esta es solo una de las recomendaciones de la marca, adicionalmente se sugiere mantener una velocidad mínima de 10 a 13Km/h para poder regenerar carga, factores importantes en el cálculo operativo de autonomía para el rendimiento de los vehículos. Este proceso de formación, ha sido parte vital para un óptimo funcionamiento de la flota.
“Nosotros (BYD) realizamos capacitaciones tanto a conductores, como a operadores, personal técnico y de mantenimiento de la entidad como parte del requisito de la licitación pública. Estas capacitaciones se siguen realizando para que todos estén al tanto de la operación, manipulación y cuidados que hay que tener con los eléctricos”, recalca Juan Felipe Velásquez.
Un excelente aprendizaje
La flota entregada por BYD a la ciudad de Medellín, compuesta por unidades de última tecnología con capacidad para 80 pasajeros, generación de cero emisiones, cero ruido, mayor comodidad para conductor y pasajeros, capacidad de ofrecer wifi, han sido de gran éxito. De hecho, el operador Metro ha recibido más usuarios de los esperados en la curva de implementación tecnológica, resultado que demuestra que la inversión no solo vale la pena por el medio ambiente, sino también, por el fomento que se crea respecto a la utilización del transporte público.
Los autobuses BYD fueron diseñados para las condiciones de la ciudad de la “eterna primavera” y hasta el momento se ha tenido un rendimiento óptimo. “Desde la misma entidad nos han comentado que los buses a gas tuvieron más novedades que los eléctricos, algo que nos tiene muy felices. Por supuesto hay contingencia y cosas que se pueden mejorar en el día a día de la operación. Por ello, para nosotros ha sido muy importante tener presentes a los técnicos de fábrica y un contacto constante con el equipo de “Research and Devolpment” de la compañía”, concluye Velásquez.