La noticia más importante en lo corrido del año en el país en el sector de transporte de pasajeros es, sin lugar a duda, la renovación de Fase I y II para Transmilenio en Bogotá, el BRT más importante del mundo, con una de las operaciones más densas en el planeta. La importancia de dicha renovación repercute no solo en operadores, sistema, marcas sino también en los pasajeros, quienes festejaron en redes sociales los cambios de los buses que ya cuentan con más de 15 años de rodamiento.
En total serán 1400 nuevas unidades las que empezarán a rodar en la capital a partir de finales de este año y progresivamente, en el 2019, así se anuncia en los prepliegos publicados en la plataforma SECOP II (Colombia compra eficiente). Del gran total, 67% serán biarticulados y el 33 restante articulados, algo que causa curiosidad, teniendo en cuenta que algunas de las marcas participantes ofrecen otro tipo de unidades con excelente comportamiento, caso del “Súper Articulado” de Mercedes-Benz; sin embargo, esto no será oficial hasta que se revelen los pliegos definitivos.
“El biarticulado tiene capacidad para 270 personas, los de hoy solo para 160”, afirma María Consuelo Araujo, Gerente General de Transmilenio S.A. De acuerdo con información suministrada por la Alcaldía de Bogotá, se espera que la adjudicación de los contratos se realice el 5 de julio del presente año, así que el tiempo es cada vez más corto.
Lo más relevante dentro de esta renovación será el cambio de tecnologías ambientales. Actualmente en Bogotá los buses están equipados con motores Euro II o Euro III, algo que se transformará radicalmente con los nuevos equipos.
“El mínimo de tecnología que está planteado es (de motores) Euro V. Con este tipo de equipos reduciremos el 50% de emisiones particuladas que genera el sistema (…) Transmileniosolo emite el 9.8% de este tipo de emisiones en Bogotá” afirma María Consuelo Araujo.
La inversión para este proyecto es de 1,6 billones de pesosy de 5,5 billones para el mantenimiento a lo largo de la vida útil de los equipos, una cifra importante que exige un cambio sustancial para el sistema. “No se puede hablar de improvisación cuando movemos 2,5 millones de personas al día, un número que equivale a la población de Barranquilla. Toda la estructuración está pensada para que la tarifa no se incremente, el objetivo es que la gente vaya en un mejor bus, más cómodo y sin pagar más”, apunta Araujo. Además y como parte fundamental de la renovación, se espera que las nuevas unidades estén dotadas con 7 o 9 cámaras de seguridad a bordo.
“Hubo años de retraso en donde no se construyó una sola troncal y la flota se dejó desgastar. Deberíamos tener 330Km de troncales de Transmilenio, apenas hoy tenemos 113. Es momento de cambiar, queremos que la gente retome el cariño por el sistema. Ampliaremos 44 estaciones dependiendo de los requerimientos operacionales de los nuevos buses”, concluyó María Consuelo Araujo.