GM Colmotores ha hecho una inversión cercana a los 12 mil millones de pesos en la renovación de esta línea, que aumentará su productividad de 5 a 8 unidades por hora. Mayor ergonomía para los operarios, más puestos de trabajo y una planta más eficiente, son los motores de este gran cambio.
DESDE 1956 se está escribiendo la historia de la producción de vehículos en Colombia, cuando la primera línea de ensamble de camiones, Austin en esa época, fue instalada y hoy representa la planta número uno del país. Actuelmente, esa misma línea que viene funcionando desde hace 57 años ininterrumpidamente y que ha ensamblado más de 265.471 buses y camiones en nuestro país, se está renovando completamente y haciendo las primeras pruebas piloto de ensamble, principalmente de los modelos de las series N y F de Chevrolet. Como parte del proyecto industrial que GM Colmotores desarrolló para hacer más eficiente el proceso de ensamble y aumentar su competitividad, se independizaron los proce-sos de producción de los vehículos de pasajeros y los de carga, con el fin de mejorar el flujo de material y facilitar la logística de partes en su planta de Bogotá. La compañía espera aumentar en un 2% la productividad de la línea, lo que redundará en beneficios para los clientes, haciendo más competitiva a la empresa en un mercado en el que los vehículos comerciales y de pasajeros tienen un papel protagónico en la economía nacional, y donde la marca Chevrolet ostenta cerca del 50% de participación en el mercado.
Para hacer realidad este proyecto se invirtieron 12.000.000 de pesos entre equipos de última tecnología que serán utilizados en la operación y el aumento de las facilidades laborales para los empleados, al proveerlos de los elementos con la mayor ergonomía en la industria automotriz nacional. Vale la pena mencionar que la tecnología adquirida para este proyecto es de origen colombiano, gracias a la alianza de GM Colmotores con proveedores locales y a la inyección tecnológica y humana hecha por la empresa, que desde hace dos años inició el proyecto para convertirse en el primer fabricante local de la historia. “Nuestra apuesta industrial no se detiene y por ello invertimos 6 mi-llones de dólares en la renovación de nuestra área productiva de buses y camiones Chevrolet, que es la primera línea de ensamble que existió en Co- lombia y que hoy se moderniza para responder a las necesidades de crecimiento que tiene el país”, afirmó Jorge Mejía, Presidente de GM Colmotores. Además, dentro de este salto tecnológico, algunos empleados fueron trasladados a otras áreas para apoyar el proceso de producción y se contrató otro grupo de trabajo para complementar la fuerza laboral requerida para ésta, una de las líneas de producción de buses y camiones de GM con mayor tradición y tecnología. “La comodidad en el trabajo para los operarios de GM Colmotores es sobresaliente, pero con esta nueva línea superamos cualquier parámetro industrial en el país y podemos decir que tenemos los puestos de trabajo más confortables de la industria nacional, permitiéndonos tener colaboradores más felices y una línea de producción más eficiente”, afirmó Mario Caballero, Vicepresidente de Manufactura de GM Colmotores. La renovada línea de ensamble no solo seguirá cumpliendo todos los requerimientos de ley en materia ambiental, sino que estará a la altura de las disposiciones mundiales de manejo ecológico para este tipo de industria, ofreciendo a los clientes productos amigables pero también procesos de fabricación y ensamble respetuosos con el entorno.