La situación del transporte de carga vive momentos complejos, y si al actual momento le sumamos la preocupación
por los graves problemas de seguridad, podríamos decir que la industria del transporte está en jaque.
Ya se está volviendo costumbre algo que parecía un tema del pasado y superado: a diario recibimos informaciones
de mulas quemadas, de vehículos destrozados por la guerrilla, utilizados continuamente para hacerse notar
y como herramienta para sus acciones terroristas.
Hoy son cientos, miles de familias las que padecen por semejantes destrozos, capitales quemados y patrimonios de
gente honrada y trabajadora hechos cenizas por vándalos a los que la gente no les importa.
Ya los conductores han perdido la tranquilidad para trabajar, hemos vuelto al pasado, donde los delincuentes
o la guerrilla eran dueños de tramos completos de vías principales, por donde se supone que se transporta y se
mueve la economía del país. Da tristeza saber que ya hay horas en las que no se puede transitar por ciertos corredores viales o que los camiones deben transitar vigilados o en caravanas teniendo que ser protegidos por las autoridades o de lo contrario nadie responde.
Años atrás fue así o peor y ese problema se superó, sin embargo en la última época los casos se han incrementado
y las pérdidas para el sector son multimillonarias. Hay un hecho real, un pequeño propietario que sufra la pérdida de su vehículo al ser quemado por la guerrilla, pierde gran parte de su capital de trabajo, que es con el que sostiene su familia, pierde todas las posibilidades de poder operar, normalmente no tiene la capacidad de recuperarse y en síntesis queda en la calle, sin un peso y lleno de deudas.
Qué hace el gobierno? Qué soluciones se dan? Esas son las preguntas que todos los sectores se hacen pero realmente
no hay respuestas válidas, ni medidas de choque fuertes para recuperar la tranquilidad de los transportadores
que van por las carreteras del país.
Hoy ni los dueños de los camiones, ni los conductores están tranquilos, siempre el riesgo es mayor. Aquí la delincuencia común, las bandas especializadas en el robo de vehículos pesados y la guerrilla operan y muchas veces a su antojo.
Las cifras del incremento de los actos de delincuencia son demasiado preocupantes, los gremios están cansados
de manifestarse y de pedir ayuda a las autoridades pero los incidentes no paran a diario.
En nuestra próxima edición presentaremos un reporte con cifras que maneja el sector transportador con el que
seguiremos llamando la atención de las autoridades, los transportadores llevan en sus camiones la riqueza, la
que produce la industria del país y merecen una gran atención.