Por primera vez en su historia un camión Iveco se impone en la clasificación General del Dakar. El PowerStar (Strator-Torpedo) ha logrado un hecho inédito que le permitirá a la marca y a Fiat Power Train lucir con orgullo una gran distinción: tener los vehículos más robustos, potentes, versátiles y veloces para el las exigencias off-road más extremas.
Veinticinco años después que su padre se consagrara campeón, el holandés Gerard De Rooy logró emularlo. “Es fantástico. Todavía no creo que lo haya logrado. Este resultado es fruto del trabajo de equipo. Estoy muy emocionado. Toda la carrera ha sido fantástica. Cuando empecé esta aventura tenía 22 años. Ha pasado una década y conseguimos la victoria justo 25 años después de que mi padre ganara el Dakar. Estoy muy orgulloso de todo el equipo y también de mis dos compañeros de cabina”.
Su padre, Jan de Rooy, ganó la categoría en 1987, cuando la carrera se disputaba entre París y Dakar, capital de Senegal, a bordo de un DAF. Gerard es el tercer holandés que gana en camiones en la historia de la competencia.
Con lágrimas en los ojos, el piloto del Iveco PowerStar (Strator-Torpedo) balbuceó estas palabras mientras recibía abrazos de todos los integrantes del Team Iveco-De Rooy en un emotiva celebración en el podio que tuvo lugar en plena Plaza de Armas de Lima, la Capital de Perú. De Rooy, acompañado por su compatriota Darek Rodewald y el belga Tom Colsoul, llevaron a la victoria a Iveco, cortando la hegemonía que venían mostrando los Kamaz rusos, que debieron conformarse con la tercera ubicación a manos del kazajo Artur Ardavichus, que terminó a 1 hora y 47 minutos.
Si bien la etapa 14 preveía sólo 29 kilómetros de especial, Gerard no quería cantar victoria por anticipado. Incluso, un día antes por cuestiones de superstición pidió no hablar de carrera ganada aunque muy en su interior sabía que esta edición del Rally Argentina-Chile-Perú 2012 no se le podía escapar. De todos modos, reconoció que este último día con corrió muy nervioso y que recién pudo festejar al llegar al podio final. “Ha sido genial después de tantas frustraciones, últimamente”, dijo. En esta ocasión, su noveno Rally Dakar, De Rooy ganó cinco de las trece etapas que se corrieron y se mantuvo como líder desde la cuarta jornada.
La actuación del equipo fue, a lo largo de toda la competencia, sobresaliente. De no ser por los problemas de embrague y caja que sufrieron en sus respectivos Iveco Trakker Evolution II, el italiano Miki Biasion, primero, y el español Pep Vila, después, cuatro camiones Iveco hubiesen copado el top five final de la clasificación.
El ex bicampeón mundial de Rally ganó la última prueba entre Pisco-Lima, sumando así 3 victorias parciales. Su experiencia y gran consistencia final le permitieron trepar hasta el sexto lugar final. Vila, en tanto, estuvo a un paso de entrar al exclusivo grupo de los 10 mejores. Por su parte, Hans “Racey” Stacey, también con un Iveco Trakker Evolution II, sin ganar ningún especial, pero en base a una gran regularidad, escoltó a su primo a casi una hora de diferencia.
“Por eso el Dakar es especial y no se puede cantar victoria por anticipado. Yo gané varios tramos y Hans ninguno y sin embargo terminó segundo. Si me hubiese pasado algo, ganaba él”, remarcó el flamante campeón de porqué no se animaba a festejar antes de tiempo.
Se terminó la edición 2012 de la Aventura de casi 9 mil kilómetros, más difícil del Planeta. E Iveco puede decir con mucho orgullo que hoy tiene los camiones campeones, los más robustos, potentes, versátiles y veloces para el las exigencias off-road más extremas.
