LA EDICIÓN 2012 del Gran Premio Nacional de Tractomulas quedará en el recuerdo de muchos por varias razones y una de ellas la protagonizó Navitrans International, pues sus camiones monopolizaron el podio de ganadores. Esto fue sólo la culminación de un proceso en que una gran familia conformada por conductores, técnicos y directivos se trazó un único objetivo: la victoria. A la prueba reina de los transportadores en Colombia se presentaron alrededor de 26 máquinas de la marca, entre las 16 que conformaban el equipo y las de clientes que usaban el mismo equipo. Conforme fueron desarrollándose las pruebas durante los dos días del evento Navitrans International exhibió sus credenciales como candidato al título.
“Ha sido satisfactorio, porque de los 120 camiones participantes en las com-petencias de sábado y de domingo, saber que éramos como el 20% nada más de los vehículos y que al final fuimos los ganadores absolutos ha sido un gran orgullo para la marca porque no fue la cantidad de vehículos sino la calidad de las máquina y pilotos, sumado al grupo de gente que trabajó en los camiones”, manifiesta Juan David Correa, Director de Repuestos y Negocios Especiales de Navitrans.
Ya para las fases semifinales, 10 de los 15 clasificados eran camiones International por lo que para el domingo en la tarde en la escudería tenían la certeza –ya no sólo se ilusionaban- de que serían finalistas. Así fue. Cuando caía la tarde en el Autódromo de Tocancipá y José Pantoja, Henry David Guio, Fernando Chávez y Oswaldo Figueroa se alistaban para enfrentarse entre ellos y definir quién sería el campeón a bordo de sendos vehículos International, que además representaban lo más selecto de su portafolio de productos, en Navitrans International se sentía el orgullo de la misión cumplida, el título era para ellos sí o sí. Llegar a esto no fue tarea fácil. Navitrans International participa en el GPNT desde 1992 como competidor y patrocinador, pero la conformación de la escudería tomó tiempo y es fruto de una amistad que existe con los conductores y propietarios, que va más allá de una simple relación comercial. “Los invitamos a actividades, los llevamos a centros de entrenamiento que tiene International en Colombia y atendemos todas las necesidades de repuestos y servicio para sus carros. Esto hace que se afiance mucho más nuestro vínculo y es la base fundamental para la constitución de la escudería”, agrega Correa.
Preparando a los colosos
Autodromos S.A. una de las autoridades que regula la competencia, destina unos funcionarios que verifican que todos los camiones están en condiciones técnicas similares para la competencia. Una de las normativas del reglamento de carrera para equilibrar la competición es que ningún participante puede tener un motor que sobrepase los 500 HP, es ahí donde se enfoca el trabajo de acondicionamiento.
Navitrans International dispuso un grupo de nueve personas, entre ingenieros y técnicos, para trabajar sobre las máquinas, cinco de ellos provenientes del Departamento de Servicio de la compañía y los restantes directamente desde la escudería. En el aparato motriz, lo que se hizo fue calibrar los motores (que son electrónicos) para que tuvieran la mejor puesta a punto. “Los motores Cummins requieren de un password de calibración que hay que pedirle a fábrica. Ahí ya hay una inversión y es donde empieza la participación de nosotros con ellos para apoyarlos en que su motores den todo el rendimiento para la carrera”, explica Correa.
El alistamiento de estos vehículos tardó alrededor de 10 días. Primero se les realizó una inspección general para asegurarse que todo estuviera funcionando correctamente, la calibración del motor y el sistema de suspensiones neumáticas fue lo siguiente y los ajustes a los mecanismos del control de tracción concluyeron el proceso, que en promedio tomó uno o dos días por carro. Los detalles finales se ajustaron tras el día de entrenamientos que para esta ocasión facilitó la organización. “El haber ido a entrenar previamente fue una ayuda grande porque concretamos en qué teníamos que trabajar y a qué nos dedicábamos. Además escuchamos a los pilotos, ellos nos reportaron lo que sentían con el vehículo y ahí mismo lo corregíamos, la retroalimentación fue vital”, comenta Juan Manuel Álvarez, quien estuvo al frente de la preparación de las máquinas. No obstante, el acompañamiento de Navitrans International no terminó allí. Desde que ingresó el primer camión al escenario deportivo para afrontar una revisión técnica minuciosa, la compañía estuvo al lado de sus autos. “Había muchos nervios, queríamos que todo saliera bien y que nuestros conductores cumplieran con los requisitos”, dijo Juan David Correa. Además se destinó personal técnico (con credencial para entrar a la pista) con herramienta para atender cualquier eventualidad y resolver asuntos mecánicos delicados.
Las claves del éxito
La clave en realidad fue la suma de varios factores. El primero y quizás el más importante, fue la mentalización de ese deseo de triunfo que se les había negado en años anteriores y que todos en Navitrans International apuntaran hacia el mismo objetivo. El segundo elemento fue la calidad de los vehículos y de los pilotos, que fueron puestos a prueba en cada una de las competencias primero el sábado con tiempo seco y luego el domingo en las condiciones más difíciles, con la pista mojada y lloviendo. Y es que poner en los cuatro primeros lugares los tres modelos más representativos de la marca International (Eagle, Prostar y Lonestar) refleja las capacidades técnicas y la versatilidad de sus vehículos, sumado a la destreza al volante de los conductores.
Con el pasar de los desafíos cada modelo fue mostrando sus bondades mecánicas y eliminando rivales, al final en Navitrans International esperaban para saber con quién y con qué carro se iban a agenciar el primer puesto. La Lonestar debutó este año en Tocancipá conducida por Oswaldo Figueroa y aunque inicialmente se pensó que no estaba para condiciones de alta competencia por ser más larga, pesada y lujosa que sus hermanas, superó las expectativas de todos: terminó en cuarto lugar. Había esperanzas con la Eagle, el camión insignia de la marca, que a los mandos de Guio y Chávez demostró por qué es un súper ventas en el mercado colombiano gracias a su fuerza, robustez y estabilidad. Tenía todas las condiciones para alzarse con la victoria pero los máximos honores quedaron en manos de Pantoja y el as bajo la manga de International, la bella y poderosa Prostar, un vehículo que se destacó por su maniobrabilidad, su agilidad y su visibilidad dotada de una amplia tecnología que los conductores aprendieron a usar en su beneficio. “Cuando llegó la máquina sabíamos que no teníamos que hacer tanta mecánica, estaba muy lista.
La que gana el arranque tiene el 80 % de la competencia ganada y en eso estábamos muy bien, porque no patinaba, tenía buena tracción y adherencia a la pista”, señala Álvarez, sonriente, ante la hazaña que al final conquistó Navitrans International.